Por Melchisedech D. Angulo Torres/ Politólogo
Exhaustiva investigación basada en cruces de documentos oficiales, declaraciones patrimoniales y reportes ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT), ha puesto al descubierto profundas inconsistencias en las finanzas reportadas por AALH, exgobernador de Tabasco y actual senador.
Las cifras contrastan radicalmente con el discurso de austeridad, revelando un complejo panorama de ingresos millonarios no reflejados en el patrimonio declarado y una misteriosa desaparición de bienes que suma decenas de millones de pesos en apenas un lustro. Si bien el senador sostiene que todos sus ingresos están “plenamente declarados” ante la autoridad fiscal, la brecha entre su declaración patrimonial y su realidad económica documentada configura un serio problema de credibilidad y transparencia.
El caso se centra en la “Doble Contabilidad” de AALH. Por un lado, su patrimonio declarado ante la Secretaría de la Función Pública pasó de aproximadamente 34 millones de pesos en 2019 (como gobernador) a tan solo 3.5 millones en 2024 (como senador), registrando una drástica caída de más del 90%.
En su declaración “inicial” como senador, incluso reportó ingresos netos de apenas 131,874 pesos. Este retrato de “modestia” contrasta fuertemente con la información fiscal y periodística: el propio senador admitió ingresos gravables de 22.6 millones de pesos en 2023 y 24.5 millones en 2024, además de existir documentación de pagos que sumarían cerca de 79 millones de pesos entre 2023 y 2024 provenientes de empresas privadas.
La disparidad se agrava al revisar sus declaraciones patrimoniales más recientes, donde rubros clave como Inversiones, Cuentas bancarias, Participación en empresas y Fideicomisos aparecen notablemente vacíos.
Esta falta de información detallada es incompatible con los millones de pesos que él mismo reconoce haber recibido y que atribuye a supuestos servicios legales, venta de ganado, renta de inmuebles y una herencia familiar. La pregunta central es ineludible: ¿cómo se explica la reducción patrimonial de 34 a 3.5 millones de pesos y, más importante aún, dónde están los 79 millones de pesos recibidos si no se reflejan en su patrimonio declarado?
Adicionalmente, las investigaciones han arrojado luz sobre el origen de al menos parte de los 79 millones de pesos documentados. Se señala que importantes transferencias provendrían de empresas privadas que mantuvieron contratos públicos durante su gestión como gobernador de Tabasco, así como de entidades señaladas por el SAT como presuntamente dedicadas a la simulación de operaciones, las llamadas “empresas fantasma”.

Esta vinculación con entidades de dudosa procedencia opaca aún más las explicaciones oficiales y siembra serias dudas sobre la naturaleza real de esos ingresos “privados legítimos”.
Esta coyuntura plantea un desafío directo a los estándares de transparencia del actual proyecto político. Como figura con aspiraciones nacionales, el caso AALH va más allá de un tema administrativo: cuestiona la consistencia del discurso de “austeridad republicana” y exige una rendición de cuentas que sea congruente tanto en la declaración fiscal como en la patrimonial.
La Discrepancia insalvable entre un patrimonio “modesto” y los multimillonarios flujos de dinero documentados demanda la intervención de las autoridades competentes.
@_Melchisedech