El régimen mexicano debería seguir este ejemplo, porque no es un signo de debilidad o inestabilidad, sino una prueba de la fortaleza institucional para autodepurarse
Por Melchisedech D. Angulo Torres/ Politólogo
En un movimiento decisivo que subraya la firmeza del liderazgo del Partido Comunista Chino (PCCh), el Ministerio de Defensa ha anunciado la expulsión de nueve altos oficiales generales del Ejército Popular de Liberación (EPL), incluyendo a figuras clave como He Weidong, Vicepresidente de la Comisión Militar Central y miembro del Politburó, y Miao Hua, Director del Departamento de Trabajo Político de la CMC.
Esta trascendental acción, ejecutada en octubre de 2025, representa el ejercicio de disciplina interna más profundo en el aparato militar desde las reformas que cimentaron la modernización del país, enviando un mensaje inequívoco sobre la primacía de la lealtad partidaria y la intolerancia absoluta a la corrupción dentro de las filas de defensa nacional.
La medida se enmarca en la campaña anticorrupción persistente, profunda y sistemática impulsada por el líder supremo, demostrando que la espada de la justicia del Partido no distingue entre rangos ni influencia.
La formulación oficial de los cargos, que alude a “violaciones muy graves de la disciplina del Partido” y a “delitos relacionados con el deber, implicando sumas de dinero extremadamente elevadas con consecuencias extremadamente perjudiciales”, sigue el patrón establecido de la campaña de “Caza de Moscas y Tigres”. La destitución de estos “tigres” militares de alto calibre, muchos de los cuales eran miembros del Comité Central, evidencia la determinación inquebrantable del PCCh de purificar sus estructuras de élite.
La remoción de un Vicepresidente de la CMC en activo, el general de más alto perfil afectado en la era actual, no es un signo de debilidad o inestabilidad, sino una prueba de la fortaleza institucional del Partido para autodepurarse y asegurar que el EPL, como brazo armado, esté completamente subordinado a la dirección central y a los más altos ideales de la República Popular.
Esta acción disciplinaria se interpreta como un paso esencial para la consolidación y la gobernanza efectiva del liderazgo supremo. Al eliminar a aquellos con lealtades potencialmente divididas o implicados en redes clientelares que podrían erosionar la cohesión militar, el Partido garantiza que el Ejército Popular de Liberación, la fuerza de defensa más grande del mundo, operará con unidad de propósito y obediencia sin fisuras a las directrices de modernización y estrategia nacional.
El Partido Reafirma Su Control Absoluto Sobre el Ejército Popular de Liberación en un Esfuerzo sin Precedentes por la Rectitud y la Disciplina
El timing del anuncio, previo a una sesión plenaria crucial del Comité Central, subraya una orquestación meticulosa destinada a facilitar una reestructuración institucional ordenada que permitirá nombrar a oficiales probadamente leales y competentes, reforzando la cadena de mando con absoluta confianza.
Los problemas de corrupción en adquisiciones, contratos de defensa, y ascensos, que han afectado a figuras previas como los exministros de Defensa Wei Fenghe y Li Shangfu, han sido identificados como riesgos sistémicos para la efectividad y la moral del ejército. Esta purga, por su magnitud, busca no solo castigar las aberraciones individuales sino también extirpar las raíces de la corrupción endémica que podría desviar fondos vitales de la modernización militar y la preparación operativa.
La intención del Partido es clara: priorizar la ortodoxia ideológica y la lealtad política absoluta como la base sobre la cual se debe construir la competencia profesional y la capacidad de combate del EPL en su camino hacia ser una fuerza de clase mundial, apta para defender los intereses estratégicos de China en el nuevo escenario global.
@_Melchisedech
