JORGE LUIS PÉREZ
El ajedrez político y judicial de México registró tremenda sacudida, con repercusiones nacional e internacionalmente, este miércoles, al perder la cordura Alejandro Moreno, senador y presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), arremetiendo violentamente en contra de Gerardo Fernández Noroña, presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República y figura del régimen de gobierno Morena, a quien le pegó un “soplamocos”.
Alejandro “vandalito” Moreno, evidenció porqué lleva ese mote en las esferas políticas del país, y con ello puso un pie en el vacío, y sin lugar a dudas, ahora enfrentará a la justicia, por los delitos de lesiones, primero, amenazas, enseguida, y lo que resulte.
Al campechano dirigente del PRI nacional, que para dormir hoy tendrá que consumir litros de te de tila o barbitúricos, porque sin duda sabe que su arrebato propiciará se le venga encima el poder del Estado, y con ello desempolvar y atizarle graves acusaciones por corrupción durante su paso como gobernador.
Alejando Moreno subió a la tribuna del Senado de la República, y fuera de sus casillas enfrentó a Noroña, discutieron verbalmente y le pegó de empellones y palabras altisonantes, al finalizar la última sesión de la Comisión Permanente, en la sede de Xiconténcatl.
Aparentemente reclamó que no le dieran el uso de la voz al solicitarla durante la sesión, entre otros temas que no se escuchan en el audio del video que se hizo viral a nivel nacional e internacional.

El zafarrancho se dio mientras se escuchaban las notas del Himno Nacional mexicano que cantaban los diputados y senadores, en tanto que “Vandalito” empujó a Noroña por el hombro y le reclama, mientras el aún presidente del Senado le pide que se retire de la mesa.
El espectáculo que a continuación se dio, con un senador y dirigente partidista fuera de sí, empujando personas a diestra y siniestra en busca de un legislador morenista para entonces ya expresidente de la cámara alta de un país republicano en plan de víctima, dio la vuelta al mundo poniendo el prestigio de México por los suelos.