Balcón Político
Por Carlos Camacho
Cuando el Partido Nueva Alianza de Hidalgo (Panalh), mostraba su crecimiento como opción política en la entidad y sin aparentes faltas a su responsabilidad, Sergio Hernández Hernández, anunció su renuncia como presidente estatal, sin echar culpas a nadie.
Esta noche difundió en sus redes sociales, una extensa carta en la que hace un apretado recuento de lo alcanzado durante su periodo, que comenzó en el 2021 cuando tomó las riendas del que se consideraba el partido del magisterio hidalguense; y lo recibió “en serio riesgo de perder su registro”, con una votación de apenas 49 mil 174 votos.
No lo dice, pero se sabe de sus francas y abiertas diferencias con el secretario general de la Sección 15 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Said Vargas Sáenz, quien logró esa posición precisamente con el apoyo de Hernández Hernández y del ahora presidente municipal de Zempoala, Sinuhé Ramírez Oviedo.
De hecho, Vargas Sáenz, por indicaciones del secretario general del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del SNTE, senador de Morena, Alfonso Cepeda Salas, ordenó promover al interior del magisterio una campaña masiva de afiliación de los trabajadores de la educación a Morena, para cumplir con su encomienda y de paso desmantelar al Panalh, en el entendido de que es “el partido de los profes”.
Precisamente, en una parte de su misiva, Sergio Hernández dice que el Panalh ha consolidado su padrón de afiliados, lo que garantiza su vigencia y participación en el próximo proceso electoral.
“Valoramos mucho la participación de los maestros y el Panalh abrazó también las causas ciudadanas, que son hoy parte mayoritaria del padrón de afiliados y simpatizantes”.
Hace un reconocimiento al gobernador Julio Menchaca, con quien, durante la campaña a gobernador del 2022, le acompañó en su recorrido y sostuvo que estaba “escribiendo las mejores páginas de este libro llamado Hidalgo”. Desde entonces, también en las campañas de los candidatos de la coalición Morena-Panalh, se acuño la frase: “Sin educación, no hay transformación”.

De su repentina renuncia al partido, no habla de presiones o amenazas de sus adversarios políticos, que los tiene principalmente en el sindicato que encabeza Said Vargas, sólo dice que:
“Por congruencia con lo que debe ser y con lo que pienso, decido no continuar con esta honrosa responsabilidad”, y en apego al artículo, fracción XVII del estatuto es que presenta su renuncia, aunque el periodo para el que fue elegido concluiría en marzo del 2028.


