JORGE LUIS PÉREZ
El Bosque de El Chico se encuentra enfermo a consecuencia del insecto barrenador o descortezador, que amenaza con plagar alrededor de mil 800 hectáreas, lo que pone en riesgo de muerte este pulmón verde del centro del país.
Para ejidatarios del municipio turístico, es preocupante el avance de la plaga, por lo que piden se intensifique la intervención de las instituciones gubernamentales. Y en el mismo tenor se encuentran los poseedores comunales de El Cerezo, municipio de Pachuca.
Para quien no conoce la situación que atraviesa el Parque Nacional de El Chico, en sus llanos denominados Las Ventanas, Llano El Churro, camino a La Peña del Cuervo, el Valle de los Enamorados, entre otros, a simple vista pareciera tala indiscriminada.
A orilla de la carretera Pachuca-Mineral del Chico, por kilómetros en línea recta, se avistan pilas de troncos. A lo lejos se escuchan activas las motosierras. El panorama es fuera de la normalidad.
Más adelante, uniformados en color anaranjado, apilan centenares de troncos, otros los utilizan para elaborar pasamanos, cercas, entre otros.
En la espalda traen logotipos de dependencias de gobierno federal: Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), o la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR).
José Silvestre Arroyo, trabaja en el camino al Llano El Churro, con una decena de compañeros, subiendo troncos a un camión tipo tortón, con placas del estado de Tlaxcala. De entrada, no le inspira confianza la presencia del reportero. Instantes después, acepta comentar la situación, pero pide que no se malinforme a la gente.
“No es tala ilegal, no estamos fuera de la ley. Estos troncos están plagados de gusano barrenador, el cual ya se manifiesta que toda la reserva. Mire, ese árbol está secándose, ese otro apenas empezó, no tiene mucho, y mire cómo va”, señala.
Confirma que existe preocupación entre la población del municipio de Minera de El Chico, de que siga avanzando esa plaga. Y aunque sabe que en la zona hay trabajando brigadas de dependencias federales, comenta, hace falta mucha más gente.
Más adelante, Cesáreo Pérez Ovando, confirma:
“Si es preocupante la plaga que nos invadió, como no va a serlo, si existe la amenaza de que este bosque como hoy lo conocemos, no lo vean nuestros nietos, los hijos de nuestros nietos, por culpa del gusano barrenador”.
“Yo sí quisiera que nos apoyaran las instituciones gubernamentales, para el resembrado del bosque, que es interesante y son pulmones para toda la gente a nivel nacional”, manifiesta.
También explica, mientras cobra el ingreso de visitantes a Llano El Churro: “estamos en parte de la reserva de El Chico, y compartimos con los pueblos comunales de El Cereso, Pachuca. Y sin temor a equivocarnos, estamos hablando de unas mil 800 hectáreas ya infectadas, lo que es muy delicado. Por eso deben tomar cartas en el asunto, para que esto no se siga propagando”.
Finalmente, también explica que en estos días se está saneando el bosque, derribando árboles plagados; posteriormente se hará limpia, para que cuando sea la resembrada de los árboles, vayan creciendo sanos y sin plaga.
Insistió Cesáreo Pérez Ovando: “el derribo de árboles a orilla de carretera, es porque están plagados; no es tala clandestina”.
En ese sector de este sitio turístico, la autoridad federal solamente ha colocado dos lonas de un metro cuadrado cada una, con la leyenda: “Bienes comunales El Cerezo, municipio de Pachuca, agente causal: insecto descortezador de Oyamel, superficie afectada 50.23 hectáreas”.
En diferentes sitios, los trabajadores no saben explicar cuál será el destino de esa madera. “Mucha la van a quemar, supongo”.
