El Doble Filo de Moscú:

El Doble Filo de Moscú:

Putin Abraza el Plan Trump para Afianzar la Victoria y Desnudar la Ilusión Europea

Por Melchisedech D. Angulo Torres/ Politólogo

El reciente plan de paz de 28 puntos, impulsado por el gobierno estadounidense de Donald Trump, ha encontrado en el presidente ruso, Vladimir Putin, una respuesta que la diplomacia internacional debe interpretar con meticulosa cautela. Lejos de un rechazo tajante, Moscú ha confirmado haber recibido el texto completo por vías diplomáticas, calificándolo como una “versión actualizada” de propuestas previas.

Esta aparente apertura al diálogo es, sin embargo, un movimiento estratégico calculado para legitimar la posición rusa como actor dispuesto a la paz, mientras se siembra la duda sobre la verdadera intención de Ucrania y sus patrocinadores europeos. Putin busca establecer un relato donde el plan de Trump es la potencial “base de un arreglo de paz definitivo,” posicionando a Rusia como el elemento flexible en la mesa de negociación.

​La solicitud inmediata de un “análisis exhaustivo” del plan no es un mero formalismo, sino una táctica diplomática diseñada para ganar tiempo valioso. Este lapso permite a las fuerzas rusas consolidar los avances militares en el terreno y evaluar con detenimiento la reacción internacional y, crucialmente, la de Kiev. Moscú emplea esta pausa estratégica para preparar contrapropuestas que, si bien se presentarán bajo un halo de razonabilidad, estarán intrínsecamente diseñadas para reflejar sus objetivos estratégicos ya alcanzados.

Al mismo tiempo, el Kremlin subraya la “flexibilidad” que afirma haber demostrado en cumbres pasadas, como la de Alaska, buscando contrastar su postura con lo que describe como la intransigencia irracional del gobierno ucraniano.

​El líder ruso ha lanzado un ataque diplomático directo contra Ucrania y sus aliados europeos, acusándolos de vivir bajo la “ilusión” de una posible “derrota estratégica” de Rusia. Esta narrativa cumple el objetivo dual de presionar psicológicamente a Kiev, sugiriendo que sus expectativas militares son irreales, y de intentar explotar fisuras dentro de la alianza transatlántica. Al argumentar que el previsible rechazo ucraniano al plan se basa en una “falta de información objetiva” sobre la realidad en el campo de batalla, Putin busca socavar la credibilidad de los assessments de inteligencia occidentales y justificar preventivamente la continuación de las operaciones militares.

​La característica más tensa de la respuesta rusa es su explícita advertencia militar. Putin ha dejado claro que, si Kiev no se sienta a negociar “seriamente” el plan propuesto, Rusia está preparada para “seguir avanzando militarmente” y replicar éxitos como el de Kupiansk en otras “zonas clave.” Esta dualidad de ofrecer un diálogo mientras se blande la amenaza de la escalada es la esencia de la “diplomacia coercitiva” de Moscú.

FOTO/ AGENCIAS

Al presentar el plan de Trump como una “oportunidad” que podría desvanecerse, Rusia busca forzar a Ucrania a hacer concesiones sustanciales bajo la presión de una inminente intensificación del conflicto.

​Las implicaciones de esta estrategia son profundas para el orden internacional. La aceptación de un acuerdo bajo los términos dictados por la coerción rusa sentaría un precedente peligroso: la legitimación de las conquistas territoriales obtenidas mediante la agresión interestatal. Esto no solo significaría la consolidación de las anexiones rusas y la imposición de futuras limitaciones militares a Ucrania, sino que también representaría un debilitamiento del sistema de seguridad colectiva global. La integridad territorial, principio fundamental del Derecho Internacional, se vería seriamente erosionada, reconfigurando forzosamente la arquitectura de seguridad europea en favor de esferas de influencia.

​@_Melchisedech

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio
911-089