FELIX TENORIO ORTEGA
La determinación tomada de manera unánime en sesión de Cabildo del Ayuntamiento de Tulancingo, de incrementar el precio de la renta de los locales y tarimas del mercado municipal “Gilberto Gómez Carbajal”, luego de años inmóvil la tarifa, le abrió un frente de conflicto a todos los regidores con el cacique líder, Félix Tenorio Ortega.
La amenazante reacción del líder, de tomar la sede de la alcaldía del segundo municipio en importancia en esta entidad, y paralizar la actividad económica en el mercado y también en su zona de influencia, es decir varias calles paralelas y adyacentes, lo pinta como en verdad es.
Regidores, síndicos y la alcaldesa, se pronunciaron por encabezar el rescate ciudadano del mercado, apoyados en auditorías, revocaciones legales y nuevas oportunidades para los comerciantes que hoy están desplazados.
A ello, Félix Tenorio, este miércoles sin pérdida de tiempo organizó a sus familiares e incondicionales, simulando una asamblea de comerciantes, en la que ordenó suspender actividades en el mercado y amenazó a los vendedores: o se presentan a tomar la presidencia municipal o se las cobra con multas y sanciones.
Por ello la tensión en la ciudad de Tulancingo conforme avancen las horas seguirá creciendo, ya que la aprobación del aumento a las tarifas en las rentas del mercado fue votada plena aceptación de todas las fracciones partidistas, y su propósito no es una “guerra contra Tenorio”, sino el rescate del patrimonio público y justicia para los comerciantes sin techo.
Esto viene a cuento porque el cacique se ha apoderado o acaparado al menos 32 locales y tarimas en el “Gilberto Gómez Carbajal”, beneficiando a sus hermanos y demás familiares, no así a vendedores que siguen haciendo fila para algún día tener un local o tarima, en cambio Félix Tenorio Ortega sub-arrenda esos espacios y las cuotas que cobra, nunca da cuentas: Corrupto pues a través de ese liderazgo de décadas con alianzas políticas coyunturales (PRI-PAN-PRD) que le ha permitido presentarse como defensor de los comerciantes, cuando en la práctica ejerce un control discrecional y patrimonialista de los bienes públicos del municipio.
Este jueves se verá si sigue vigente su capacidad de presión, si moviliza a comerciantes y estructuras gremiales a partir de su red consolidada de seguidores y dependientes, para frenar este intento de regulación del Ayuntamiento de Tulancingo, que vendrá precedido de reformas o auditorías municipales.
Así, con una imagen pública desgastada por acusaciones de corrupción, de abuso y acaparamiento, y un creciente rechazo ciudadano y político, al ser identificado como símbolo del cacicazgo, Félix Tenorio va a esta disputa con el riesgo de pérdida de poder ante una decisión indeclinable de la autoridad municipal de tener un reglamento de mercados renovado, practicar auditorías de concesiones o procesos legales de recuperación de espacios, lo que daría por terminado ese sistema paralelo de poder dentro de los mercados que perjudica la hacienda municipal al desviar ingresos, pues la influencia del cacique se recarga en sus hermanas en otros inmuebles.
A Félix Tenorio Ortega la exigencia social de transparencia, equidad y rendición de cuentas lo coloca como un líder en declive, vulnerable ante reformas legales y acciones de autoridad.

Por lo que se ve en Tulancingo, la batalla no es contra un personaje, sino la determinación de un Cabildo que decidió revisión de concesiones, ordenar una auditoría de todas las concesiones (locales, tarimas, baños, pasillos), detectar duplicidades, prestanombres y espacios que no cumplen con el Reglamento de Mercados, ya que de acuerdo con el Artículo 14 del mismo, la concesión es personal e intransferible; y el subarrendamiento o la acumulación de espacios son causales de revocación. Todo ello no se cumple, se lo pasan por el arco del triunfo.
Así que al desenmascarar el cacicazgo de Tenorio Ortega, mientras decenas de familias esperan un espacio y crece el número de comerciantes que han sufrido cobros ilegales, favoritismos o amenazas como las de hoy: “o cierran sus lugares de trabajo y vamos a tomar la presidencia o habrá multas y sanciones”.
Por lo tanto, que no se descarte habría movilización de Seguridad Pública para resolver en caso de bloqueos o protestas, y evitar violencia, sin embargo, lo menos que deben esperar los grupos de choque es precisamente acciones de choque; según se ve no les darán el gusto de victimizarse.


