* Sobresaliente política de mente lúcida y de incuestionable eficiencia en el servicio público, la califican egresados de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)
texto de Alejandro Castro
Beatriz Paredes Rangel, recibió la Medalla al Mérito Manuel Aguilera Gómez, con esa serenidad que dan los años dedicados a la política entendida como servicio; la cultura entendida como raíz; y la vida pública como ese territorio donde uno va dejando huellas para los que vienen detrás.
Egresados de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) e integrantes de la agrupación “Manuel Aguilera Gómez”, que representa Florentino Castro López, otorgaron la Medalla al Mérito que lleva el nombre del destacado político mexicano a Beatriz Paredes Rangel.
Este reconocimiento se entrega como un homenaje a la trayectoria, aportaciones y trabajo en la vida pública de la galardonada.
En la Casa de Cultura Jesús Reyes Heroles, de la Ciudad de México, ese recinto donde las paredes parecen guardar murmullos de otras ceremonias y otros entusiasmos, políticos como el alcalde de Coyoacán, Giovani Gutiérrez Aguilar, los académicos maestra Sonia Venegas Álvarez, directora de la Facultad de Derecho; maestra Lorena Rodríguez León, directora de la Facultad de Economía, ambas de la UNAM; el doctor Rolando Cordera Campos, profesor emérito de la UNAM, y Ana Laura Aguilera Verduzco, representante de la familia de Manuel Aguilera Gómez, acompañaron a Beatriz Paredes Rangel, en un momento que llevaba el peso de una vida entera.
El foro lleno de colegas, amigos, compañeros de vida, cada uno parecía llevar consigo alguna estampa del pasado: una conversación recuperada, una lucha compartida, una tarde de trabajo que se volvió confidencia.
Cuando anunciaron la entrega de la Medalla al Mérito Manuel Aguilera Gómez, no fue solo un reconocimiento: fue la manera en que un país agradece a una de sus hijas más lúcidas.

Durante la ceremonia organizada por el ex legislador y representante de la citada organización, Florentino Castro López, se otorgó la presea en memoria de Aguilera Gómez, y el alcalde de Coyoacán, Giovani Gutiérrez Aguilar, dijo sobre la galardonada:
“Beatriz es con quien se puede hablar de música, de arte, de poesía, de historia. Se puede hablar de México, de su estado natal, Tlaxcala, pero también se puede hablar con ella confiado en su natural inteligencia y capacidad profunda sobre los acontecimientos políticos y diplomáticos más importantes en los que su participación ha incidido, de manera decisiva, en las rutas que ha tomado nuestro México moderno”.
Añadió que con la medalla “Manuel Aguilera Gómez” se reconoce a una gran mujer, una pensadora ideológica, de reflexión en todos los sentidos, pero sobre todo una gran maestra”.
La tarde se pobló de anécdotas y reflexiones. Se habló de los caminos que se recorren sin mapa, de las batallas que no salen en los periódicos, y de los momentos en que la historia —sin avisar— se sienta junto a uno.

“Beatriz es con quien se puede hablar de música, de arte, de política …
“Y mientras la escuchábamos, sentí que ese salón no celebraba solo una trayectoria: celebraba la constancia, la firmeza y la fe en un país que a veces se nos escapa de las manos, pero vuelve a aparecer en voces como la suya”, refirió en su momento Castro.
Manuel Aguilera Gómez fue recordado como un hombre comprometido con el desarrollo del país. Los organizadores destacaron su carácter progresista y la memoria perdurable que dejó como político que prestigió su quehacer público.


